La Lic. en Psicopedagogía, Marcela Redi, suma su experiencia en educación para pensar cómo ve la escuela al niño actual. La premisa de estudiantes independientes adaptados a una realidad cambiante es la base de una ética democrática.
¿En qué niño piensa la escuela, el sistema educativo al momento de diseñar sus políticas?
Creo que el sistema educativo en general y la escuela en particular, tienen un gran y constante desafío en pensar en sus políticas para los niños y niñas de hoy. Desde hace muchos años los diseños curriculares de nivel inicial y primario y sus documentos de actualización lograron plasmar contenidos escolares que contemplen a un estudiante distinto. Se pensó y se piensa formar y desarrollar estudiantes independientes, que logren construir con los demás procesos de aprendizaje adaptados a una realidad en constante cambio, que puedan expresarse libremente a través del arte, del lenguaje, de su cuerpo, de los recursos tecnológicos. Estudiantes solidarios y respetuosos con el decir y hacer de los demás, que desarrollen un pensamiento y un espíritu crítico, que logren aceptar las diferencias como un modo de ir construyendo los elementos que componen una ética democrática.
Los lineamientos fueron y son claros, fue y es responsabilidad de las escuelas y de sus equipos formar y pensar en un niño y en una niña desde esta mirada. Pero también la realidad muestra que muchas escuelas todavía no toman ciertos aspectos fundamentales como la inclusión y la aceptación de las diferencias entre los estudiantes como un valor imprescindible
¿La demanda hacia la escuela por el desarrollo en los alumnos de conocimientos tecnológicos, educación sexual, ciudadanía son un estímulo positivo o un factor de presión?
Creo que se tomará como estímulo o como presión desde el lugar en el que se lo mire. Pienso que siempre se debería mirar desde la necesidad de los estudiantes, si los recursos tecnológicos llegaron a la escuela para favorecer, enriquecer y construir aprendizajes deben ser bienvenidos. Si a un estudiante el recurso tecnológico le sirve para acceder a los contenidos escolares, un docente debería incluirlo.
Si la educación sexual integral irrumpe como una manera de ir construyendo en nuestros niños y niñas más inclusión, más saberes, más respeto por el propio cuerpo y el de los demás, para entender y comprender las conformaciones familiares actuales entre tantos contenidos que propone, es un valor de estímulo y no de presión. Se siente presión porque hay resistencia a aceptar que no son contenidos necesarios. Los estudiantes más comprendidos, contenidos y mirados desde su singularidad, desde su elección y que aceptan su nueva conformación familiar por parte de sus docentes, su disposición a aprender cambia rotundamente. Los y las docentes son los y las responsables de ir acomodándose a los nuevos cambios y a los nuevos desafíos que la realidad social va ofreciendo.
¿De qué manera impacta en la sociedad la combinación de estos factores?
La introducción y la inclusión de contenidos y recursos nuevos dentro de las escuelas, trajeron en líneas generales expectativas muy positivas a lo nuevo y en algunos casos preocupación porque aún existe una mirada centrada en lo tradicional, en lo que resultó y en la seguridad que esto trae.
La ley de Educación sexual integral fue decretada en el 2006, interpeló e impactó mucho en la sociedad y costó mucho tiempo para que las Instituciones Educativas, en especial las Instituciones Católicas, pudieran apropiarse de su contenido y comprender una nueva mirada sobre la construcción de las subjetividades de los niños y niñas.
De todas formas con el correr de los años, tanto el desarrollo tecnológico como la educación sexual y la educación de la ciudadanía ya empezaron a tener una mirada centrada en las necesidades de los niños y niñas, con una escucha más abierta y mostrando más permeabilidad en las escuelas, en la comunidad educativa y en la sociedad en su conjunto
¿Considera que el niño que ve la escuela es el que ven los otros sectores de la sociedad, por ejemplo, la industria del juguete?
Considero que hay un intento importante por comprender a este nuevo niño o niña que ve la escuela por parte de la sociedad y en especial Industria del Juguete.
La familia, los adultos mayores acompañan, participan e interactúan con lo que la tecnología y los nuevos juguetes ofrecen, comprenden las nuevas formas de jugar.
Todavía la idea de fabricar juguetes diferenciados para niños o niñas, el uso de colores específicos, muñecas que responden a cuerpos delgados o imágenes de niños o niñas en sus cajas con cabellos rubios o piel clara, nos muestra que la inclusión, la diversidad, son caminos que aún necesitan ser recorridos y reconstruidos
Seguramente los niños y niñas seguirán jugando y disfrutando de hermosos y excelentes juguetes de calidad que nuestra industria fabrica, creo también que será un largo proceso que las empresas puedan articular sus necesidades empresariales y las necesidades de niños y niñas que se desarrollan en un mundo diferente, más libre, más sincero, más auténtico, defendiendo lo que quieren y desean