Consultamos al Licenciado José Rodolfo Oliveto, de vasta trayectoria en psicología del deporte para analizar la manera en que las aptitudes individuales y los hábitos grupales deben combinarse para obtener buenos resultados.
Por José Rodolfo Oliveto
En el ámbito de los deportes de conjunto, al igual que en el entorno de la pequeña y mediana empresa puede plantearse el falso dilema acerca de la efectividad de priorizar a las personas “talentosas y brillantes” o bien hacer crecer las capacidades y talentos grupales.
Pilar Jericó (2001) habla del talento como la característica de aquellas personas cuyas capacidades se encuentran comprometidas a hacer cosas que mejoren los resultados de la organización. Quien tiene talento en el trabajo es “un profesional comprometido que pone en práctica sus capacidades para obtener resultados superiores en su entorno y organización”. La diferencia en el desarrollo y aplicación del talento por parte de los profesionales no se ubica en la cantidad y el volumen de conocimientos, sino en la capacidad de aprender y desaprender lo conocido. ¿Tenemos jugadores/empleados con ganas de seguir aprendiendo?
Hay Talento de Alto Rendimiento, que es excepcional (Messi) pero también hay Talento Natural (lo que brindan ya los miembros del grupo) y Talento Potencial (lo que hay que desarrollar aún, está latente)
Mi experiencia profesional me indica, siguiendo a Carol Dwek en “Mindset”, que un factor diagnóstico clave es detectar en los grupos humanos a aquellas personas que tienen una Mentalidad de Desarrollo (les gustan los desafíos y no buscan compararse con otros, sino buscan ir mejorando sus propios logros) respecto a la Mentalidad Fija (si no pueden resolver algo ya, no lo harán tampoco a futuro porque “las cosas son asi”)
Ahora bien, no se trata de estigmatizar a quienes tienen Mentalidad Fija, sino de abrirle puertas a una mejora constante. ¿Qué hacer desde el rol directivo?
El Talento de Equipo implica integrar capacidades, no en pasarle “todas las pelotas al 10”.
¿Y si dentro de nuestra organización hay personas con talento que aún no descubrimos o no han sabido salir a la luz? ¿Conoce usted en profundidad qué pueden dar sus empleados?
Promover en los grupos desafíos, protagonismo, formación continua, reconocimiento de sus logros, posibilidad de que hagan sugerencias es mucho más valioso que enfocarse sólo en “los elegidos”.
Si estamos convencidos, podemos hacerlo sin necesidad de expectativas mesiánicas: hacer un plan sistemático para lograr Cooperación, Confianza, Sentido de Pertenencia, Respeto y Valoración Mutua, sienta las bases de una real mejora cualitativa tanto en un equipo deportivo como en cualquier emprendimiento grupal.
José Rodolfo Oliveto es Profesor de Educación Física y Licenciado en Psicología, especializado en deportistas. Trabaja en el ENARD, Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo: coordinó el Área de Psicología en los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018 y hoy es el responsable del Área de Psicología del Deporte. En el Municipio de Lomas de Zamora es Coordinador del Área de Psicología del Deporte del Equipo Profesional para el Alto Rendimiento Deportivo. Fue el Psicólogo deportivo del Seleccionado Nacional de Voleibol Masculino, 2000-2002. Es docente de cátedras de Psicología en Profesorados de Educación Física