21/08/2025

Entrevista. HAY QUE CREAR ESPACIOS DE RECUPERACIÓN DEL JUEGO BUSCANDO INVOLUCRAR AL OTRO

El docente e investigador Miguel Ángel Roldán ofrece su perspectiva de vasta experiencia sobre la vinculación del juego y los niños. Especialista en ludotecas expone su visión sobre la importancia de recuperar el juego junto a la comunidad para renovar las maneras de jugar de los más pequeños.

Por Javier Magistris




Desde su perspectiva, ¿qué sucede hoy con el juego en los niños?

La sociedad de consumo te propone algo que es aislante. Ves que hoy los chicos aprietan un botón para jugar. Pero ellos tienen derecho a jugar; tienen derecho a elegir a qué jugar. Pero para elegir, tenés que conocer. Esa es la función de la escuela y de las instituciones barriales. El juego forma. Y esa es una manera de construir subjetividad; no identidad. Porque es el grupo que juega.

¿De qué manera cumplen esa función las escuelas e instituciones?

El primer espacio de alfabetización lúdica es la escuela y el barrio frente a una sociedad de consumo que es virtual y aísla. Esta sociedad virtual genera el liberalismo y nosotros tenemos que recuperar el nosotros. Porque el juego es un nosotros. Ahora, eso se da desde la formación. Como profesor de la Universidad de La Pampa les pido siempre a mis cursos que realicen un libro de juegos, una idea que inventé. Cada alumno inventa un juego para un libro que arman por grupo. Un libro con la tapa que tiene que explicar el título, un índice. El prólogo tiene que fundamentar por qué es importante el juego y los beneficios de jugar en los chicos, en la familia, en la institución, en el docente, en el trabajo comunitario.



 ¿Cuál es el objetivo de ese trabajo?

Aprender a detectar las necesidades y el valor que torna el juego. El 70% de la formación docente se da en lugar de trabajo. Tiene que haber acciones de formación institucional. Los maestros no tienen criterios para la selección de juegos y juguetes. Hablo de analfabetismo lúdico, no porque los docentes no conozcan juegos, sino porque no tienen criterios para la selección de juegos y juguetes. Por eso trabajé mucho tiempo en formación docente, dentro de las instituciones. En la formación, más allá de lo teórico, apunto a que ellos descubran las cualidades de cada juego y lo asocien con las necesidades y el potencial de los niños. Les insistía a las docentes que tener buen criterio es fundamental porque si no el papá después termina comprando el juguete chino, lo que no tiene sentido. Incluso, he dado capacitaciones dentro de una juguetería. Citaba a los docentes en la puerta de la juguetería, y le daba una indicación: seleccionar un juego que desarrollara la creatividad. En ese momento ninguno de los participantes compraba nada, sin embargo, la compra venía después de la experiencia.

¿Cómo se instrumenta esa capacitación sobre el juego y el jugar?

Trabajé 10 años en el Gobierno de la Ciudad, armando las juegotecas en el nivel inicial. En la época de Aníbal Ibarra, me llamaron de la Dirección de Nivel Inicial para instalar 70 juegotecas en la ciudad. los juegos eran los de la verdad. El de tenis de mesa. A cada jardín se le entregaba un kit de juegos y de juguetes comprados a fabricantes nacionales, productos de calidad. Con el cambio de gobierno, también cambió la calidad de los productos. Hoy ese proyecto está casi desactivado. Un cartelito “el chico tiene derecho a jugar”, pasa desapercibido. En cambio, la idea de crear espacios para que el juego tenga lugar en la escuela es muy importante.

¿Cómo reaccionaron las comunidades educativas a ese proyecto?

Muy bien. La condición que les ponía a las directoras era que si querían que las maestras jugaran ellas debían jugar. Hacíamos un acompañamiento de tres meses con talleres para recuperar ese lugar. El obstáculo era que los padres no participaban de la escuela, entonces también hacíamos una jornada de juegos con los padres para que vengan a jugar con los chicos. Incluíamos a los docentes además para que supieran con qué criterio se arma una juegoteca. 

¿Por qué hay esa distancia entre la institución educativa y el juego?

Está la institución y está lo instituido en las instituciones. Y lo instituido es que jugar es perder el tiempo. Pero hay que trabajar la fortaleza de jugar, la comunicación, el inicio del lenguaje. Todo se puede hacer desde lo lúdico. Al juego le tiene que pasar lo que le pasó a la literatura. Cuando empecé a trabajar como maestro en González Catán si querías leer un cuento tenías que presentar el leccionario del que habías elegido, trabajar contenidos de la materia. Pero en determinado momento logramos imponer la hora del cuento; porque contar es contar. Se dedicaba una hora a leer. Hoy está instalado que debe ser así. Hay que poner, entonces, la hora del juego. El jugar se planifica, se organiza, sólo asocian el juego a un determinado contenido y no al desarrollo del chico. Es una alternativa a la tecnología y sus complicaciones.

¿Tuvo otras experiencias con juegotecas?

Armé la juegoteca para el hospital Garrahan Y ahí aprendí que no hay nada más saludable que un chico jugando. Ahí no se encuentran chicos que tengan un simple dolor de muelas. Era una caja con puerta, estantes, le diseñé juegos a los costados y arriba y la empresa Bisonte regaló los juegos que iban adentro. Ahí entendí la importancia del encuentro con el otro, porque hay familias de todas las provincias, de todos los barrios, de poder adquisitivo diferente.

Trabajé para la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) recorriendo distintos lugares del país. Diseñé para ellos la caja de juegos, el tambor de los juegos, la caja lúdica. Son los mismos juegos pero gigantes para que generen participación. Hoy hay que crear espacios de recuperación del juego buscando involucrar al otro.

Le interesa esa recuperación del nosotros ¿por qué?

La idea es recuperar el encuentro familiar, lo comunitario. Por eso proponía, y sigo proponiendo armar juegotecas. En los 90 el Gobierno de la Ciudad armó en distintos parques la Carpa Cultural. Me llamaron para armar la de Parque Patricios. Me indicaron que tenía que hacer conexiones con las instituciones del barrio. Ahí fue cuando me contacté con Carlos Ruibal para armar la primera juegoteca móvil. La caja lúdica de la supervivencia. Porque vi el espacio y le dije a los funcionarios “ustedes hablan de cultura, tienen comida, teatro, plástica, música y no hay nada de juego”. No entendían de qué estaba hablando pero les expliqué que los pueblos se identifican también por sus juegos y juguetes, sus modos y formas de jugar. Resuelto ese tema, le cuento la idea a Carlos; lo invito a ver el espacio. Eran lonas de juego de 40 x 40 donde se recuperaban juegos del mundo. Los productos de Ruibal acompañaron ese evento. Yo creo que con eso logramos dar otra impronta al juego

¿Cuál sería esa impronta?

El psicomotricista y escritor Daniel Calmels habla de matriz lúdica que utiliza para el tratamiento de sus pacientes. Pero la matriz lúdica social y comunitaria que se construye con el jugar es otra cosa. La memoria emotiva, la matriz lúdica de nuestros padres es jugar a la bolita, la payana, las figuritas. Pero los padres de ahora tienen otra, necesitan estar más comunicados, se tiran al piso, interactúan con sus hijos. La costumbre de jugar se pierde si no la cultivás. Es como la lectura. Y hoy los chicos nuestros, necesitan seguir jugando, aunque haya cambiado la matriz de cómo jugar. En una institución hicimos una evaluación de cómo recuperar la matriz lúdica. Les propuse a docentes y padres hacer un museo espontáneo. Les pedí que trajeran algún juego o juguete de su época para ver con qué y cómo jugaban. Y empezaron a aparecer objetos, que permitían recuperar juegos, armar juegos, construir juegos, comprar juegos con criterios propios de la comunidad. Enriquecíamos la matriz lúdica para recuperar el jugar de otra manera.

 

 

Miguel Ángel Roldán. Profesor de Enseñanza Primaria (Esc. Normal Superior Mariano Acosta) con especialización en Formador de formadores (C.A.E.P.), Profesor Nacional de dibujo (Esc. Nac. Rogelio Yrurtia). Técnico en creatividad y Realizo una Tecnicatura en coordinación de grupos. Miembro Honorario de OMEP (Organización mundial para la educación preescolar) / I.P.A (asociación internacional por el derecho del niño a jugar) donde se formó como ludoeducador con la especialización en la Juego y juegotecas. / FLALU (Federación Latinoamericana de Ludotecas). Coordinador Pedagógico Del programa “Proyección lúdica en la acción” “juegotecas en el Nivel inicial” en la Dirección de Educación Inicial Secretaría de educación. GCBA Ministerio de Educación de C.A.B.A (2007-2017). Lutiher de juegos juguetes y juegotecas


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