08/03/2021

CRIANZA EN AISLAMIENTO

Seguimos con ustedes, planteando ideas y observaciones. Entonces, va una colaboración de una profesional cuyo desempeño está ligado al trabajo con niños y adolescentes. Ojalá encuentren, como nosotros, interés en el texto que sigue a continuación.

QUE SUCEDE CON LA CRIANZA, LOS NIÑOS, LOS ADOLESCENTES Y EL TIEMPO DE AISLAMIENTO SOCIAL PREVENTIVO.
Por Lic. Marina Aragona.
marina.aragona@gmail.com

A medida que se suman los días de este confinamiento en casa, las mamás, los papás y los otros familiares adultos que conviven con niños y adolescentes, (sean sus hijos o no), comienzan a relatar y a compartir un sentimiento que aparece como una constante: el cansancio que produce el trabajo de la crianza 24hs.
¿Por qué sucede esto? Sumado a la natural angustia que es esperable sentir como seres humanos frente a un hecho completamente inesperado como una pandemia, nos encontramos con la falta de espacios, tiempos, y la necesidad de adaptarnos repentinamente a una situación completamente disruptiva. Comienzan a asomarse sentimientos de agobio, fastidio y angustia. Pero aun así el trabajo de la crianza continúa. Y no, no es sencillo educar y sostener a los niños y adolescentes porque ellos también atraviesan junto a nosotros esta situación. Hacer las tareas junto a ellos, compartir a todas horas, e incluso para algunos continuar con el trabajo desde la casa.
Nadie tiene la receta de qué hay que hacer. Es importante saber eso para no cargarnos la mochila de culpas. Cada uno deberá encontrar SU respuesta a la pregunta ¿Qué es lo mejor? E iremos encontrando la respuesta, la de cada uno, a medida que vayamos recorriendo el camino. Lo que es bueno para uno, no lo es para el vecino. Y cada niño, cada adolescente y cada adulto reacciona distinto.
Pero hay algo que nos iguala, no importa la edad que tengas. Hay algo que aliviana cualquier camino. La palabra. La palabra que nos libera. La palabra que nos alivia. Permítanse decir que están cansados. Permítanse quejarse y decir: ¿¡¡No sé cómo hacer!!?
Permítanse y permítanles a sus hijos demostrar lo que sienten. Ellos, porque están en otro tiempo del camino lo harán a su modo, y con sus herramientas. Quizás los más pequeños teniendo momentáneas y reversibles regresiones a etapas que ya habían superado. Llantos que duren más de la cuenta, y algunos berrinches más intensos que en otras épocas. Quizás el adolescente se muestre más desafiante o más introvertido, volcándose a los mundos virtuales que le permitan escaparse o sobrellevar lo que sienten. Pero convóquenlos. Permítanles expresar lo que sienten. Con juegos, con cuentos, con música, con silencios. Pero eso sí. Ustedes también permítanselo. Porque el nivel de demanda hacia ustedes crecerá y para sostenerlos y acompañarlos, debemos poder admitir, sentir y expresar. Con esto no quiero decir que podemos quejarnos o decir lo agotados que estamos con los chicos, con ellos no, pero si no tenemos con algún otro adulto la posibilidad de hacer un poco de catarsis, ¿con quién entonces?
Decir que estamos cansados, que no podemos más, no nos hace ser irrespetuosos con nuestros hijos e hijas, tampoco nos hace malas madres o padres. El poder poner en palabras que esto de la crianza no es color de rosa, nos hace humanos. ¡Por eso hablemos con quién tenemos confianza de lo que nos pasa… con una amiga, con nuestra pareja, con la familia, con las mamás o papas de los compañeros de nuestros hijos, pero HABLEMOS! Quizás, nos sorprendemos con la reacción del otro lado...

Marina Aragona. Licenciada en Psicología (UBA) Profesora Nacional de Enseñanza Nivel Inicial y EGB (Normal 1). Fundadora y coordinadora de Cumelén Equipo Terapéutico Interdisciplinario (IG @cumelenequipo / Fb: Cumelen Equipo interdiciplinario)

No hay comentarios:

Publicar un comentario