16/08/2021

DEBERÁ SEGUIR SIENDO DÍA DEL NIÑO


Las diversas campañas publicitarias mostraron en esta fecha una gran tensión. El Día del Niño se desdibujó en el Día de la niñez, de la infancia, de las infancias, y nos salvamos de otras variantes más ridículas ¿Qué representa el cambio de nombre? Algunas ideas a continuación para entender la cuestión.

UNA CUESTIÓN DE LENGUAJE… Y NO TANTO

El cristianismo dejó de ser una secta casi secreta durante el Imperio Romano y se convirtió en ecúmene cuando enriqueció su lengua por su contacto con el helenismo, que le proveyó vocabulario y recursos retóricos. Las cartas de San Pablo lo demuestran. 

Los romanos llamaban bárbaros a los pueblos conquistados –que terminaron disolviendo, casualmente, el Imperio- porque no entendían el parloteo con el que se comunicaban: sólo oían bar-bar-bar, los aguerridos sucesores de Rómulo y Remo.

Ninguno de nosotros hubiera podido nombrar la -considerada por muchos- más rica golosina del mundo si los españoles no tomaban prestados del azteca el término xocolatl y del náhuatl el correspondiente a su materia prima, el cacahuatl. Ni hubiéramos podido usar almohadas sino fuera por los árabes invasores de la península hispánica.

Ni qué hablar de las lenguas actuales bajo el influjo de la tecnología. Es decir, las lenguas cambian. Y lo hacen a causa del contacto físico y cultural entre los hablantes, de la necesidad, de los préstamos y hurtos. Y esos cambios enriquecen las lenguas.

En la actualidad cierto criterio de corrección política cuestiona la historia y la legitimidad de algunos aspectos de la configuración de la lengua castellana desde la perspectiva, o ideología según se piense, de género. 
La cuestión de género atraviesa hoy como una moda toda la sociedad y viene a poner en el centro de la escena un nuevo tipo de identidad como construcción artificial en reemplazo de la configuración que nos da nuestra naturaleza y humanidad. Eso trasladado al lenguaje, se expresa con el fenómeno del lenguaje inclusivo. 

Y ese fenómeno que parece ser un nuevo orden, tiene también su costado problemático. Lo expresa con claridad la Licenciada en Psicología Sabina Madeo en su artículo “Bordeando el lenguaje inclusivo: apuntes para la reflexión”, publicado en la revista digital <reflexionesmarginales.com.mx>: “Ante un posible orden de poder arraigado en la estructura de la lengua, pareciera respondérsele con el ejercicio de una forma de control, con apariencia benevolente, pero sin menos condición normativa, cuyo carácter correctivo aparece velado tras una lógica de igualdad y derechos.”

Ahora bien, la modificación sobre el Día del Niño no sólo afecta una marca tradicional (raro que se plantee una campaña tan notable contra una marca, en el mundo de las marcas) sino que también plantea una mentalidad distinta. Porque sorprende que con el mismo énfasis con que se niega la generalización de la “o” identificándola erróneamente con el masculino, se defienda el uso de un sustantivo abstracto como “niñez”, o “infancia”.  

Pero un lingüista consultado lo explica: “no cabe duda de que "Día del niño" es hoy correctísimo y claro. Y adelantarse y desdoblar sería desopilante "Día del niño y de la niña". Sin embargo, también vale la pena pensar si "Día de la niñez" no está diciendo lo mismo.”. Con respecto a esta última observación, trasladamos la consulta a otra profesional que remarca que (niñez y niño) “no dicen lo mismo, acaso porque el sustantivo abstracto le quita algo de materialidad o fuerza alusiva.”

En el fondo de la cuestión, está la particularidad de la lengua castellana sobre la que otro lingüista académico afirma “no se puede considerar el uso de masculino genérico, en tanto rasgo gramatical compartido por toda la comunidad lingüística, como una opción ideológica sexista por parte de los hablantes. No se trata de una opción, ni una decisión en ningún sentido cuando se habla normalmente.” 

Para entender lo que de verdad se está planteando, es conveniente también pensar por qué no se plantea por ejemplo el cambio en otras fechas referidas a oficios importantes pero tal vez no tan significativos culturalmente como los de secretaria, dentista, abogado, arquitecto, diseñador industrial, en los que no se cuestiona que tanto los varones como las mujeres aparecen involucrados en la desinencia de género.

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